jueves, 9 de enero de 2014

¿Cómo ser un buen amante?

Hace calor, hay tiempo libre, la mente divaga y se me ocurre hacer una entrada que pueda resultarle interesante a cierto público ávido de consejos y recomendaciones. Y siendo absolutamente francos, debo escribir cosas para que me encuentren desde Google, así que advierto de posibles temas tabú de ahora en adelante xD

Entremos en cuestión: ¿Cómo ser un buen amante? La pregunta puede ser algo confusa, pero debemos enfocarla siempre partiendo de la misma premisa. Si buscamos ser un buen amante, es porque nuestra principal preocupación es satisfacer sexualmente a nuestra pareja ocasional. Claro, porque es fácil obtener nuestro propio placer, ya que sabemos exactamente lo que nos gusta y cómo nos gusta. Pero darle placer a tu acompañante es más un ejercicio de amor al prójimo y hasta de altruísmo. Porque claro, a todos nos gusta más preocuparnos por nosotros mismos.

Yo mismo, por ejemplo, me siento mucho mejor y obtengo más satisfacción cuando veo el placer dibujado en el rostro de mi pareja. Esos gestos y sonidos son simplemente fantásticos, y por regla general siempre me siento mejor cuando logro que ella tenga tres o cuatro orgasmos, así yo no tenga ninguno. Me ha pasado, pues me considero a mí mismo como un hombre que normalmente soy todo lo contrario a un eyaculador precoz. Hay ocasiones en que puedo pasar hasta una hora sin "terminar", y que para hacerlo tengo que concentrarme bastante. Supongo que esta sería una cualidad apreciable para un actor porno, pero (muy a mi pesar) no es ese mi ámbito laboral.

Antes mencioné que convertirse en un amante generoso implica cierto grado de desprendimiento. Y es claro, pues te vas a ocupar de las necesidades y deseos de la mujer que te interesa. Antes de eso quisiera aclarar que me refiero a complacer a una mujer, pues no tengo experiencia de encuentros homosexuales, así que no sé -ni creo- que los principios sean aplicables. Aclarado el punto, vamos al grano. Hay dos formas de lograr que tu chica pase el momento de su vida contigo; la primera es preparando bien el ambiente y el humor antes de pasar al encuentro carnal, y la segunda es mediante un encuentro sumamente intenso y sexual, cuya principal arma es la pasión. En la entrada de hoy me ocuparé de lo primero.

Las mujeres, seres fantásticos provistos por la naturaleza, son seres ultrasensoriales e imaginativos a la vez. Para lograr el encuentro ideal, hay que procurar obtener una serie de condiciones que describo a continuación:

Previamente

1. Sé aseado. Si vas a hacerlo ese día procura estar debidamente limpio y con ropa impecable. El olfato femenino es tan desarrollado como el de los perritos, y huelen cosas que a nosotros ni se nos ocurren.

2. Utiliza un buen perfume. Por lo mismo antes mencionado; una fragancia puede ganarte el cincuenta por ciento de su atención.

3. Come sabiamente. Nada que pueda provocarte un ataque de flatulencias, y menos algo que te suelte el estómago. No seas necio.

4. Siempre ten preservativos listos. El solo hecho de decir "ahorita vengo, voy a la farmacia", puede arruinar el trabajo de toda una noche.

5. Dinero extra. Lo reconozcan o no, es estimulante para ellas tener a un hombre con poder adquisitivo.

Antes

1. Es una buena idea planear una cena, una salida al cine, a pasear, o cualquier otra actividad que te permita cercanía y su atención. Debes aprovechar cada momento para verla directamente a los ojos y que ella te pille haciéndolo, para que te pregunte "¿qué pasa?", y tú puedas responderle el clásico e infalible "nada, es sólo que eres hermosa". Las mujeres aman los comentarios de este tipo, pues el ego las domina. Probablemente se sonroje, evite mirarte o te responda con un "tonto", pero por dentro ya habrás colocado la primera carga explosiva pensando en la detonación que librarás posteriormente.

2. Aprovecha circunstancias para tocarla. Atención, no hablo de nada extremo, que puede funcionar pero no es lo que queremos hoy, sino de actos sutiles. Pasar la punta de tus dedos a lo largo de su espalda, acariciarle el cabello delicadamente, rozarle la oreja con la parte posterior de tus dedos (la de las uñas). Y a cada una de estas mirarla a los ojos de una forma tierna, no morbosa (que puede ser útil, pero repito, no es lo que queremos hoy), y repetirle lo linda que se ve, y que no puedes dejar de pensar en besarla. Es muy posible que al hacer todas esas cosas ella parezca indiferente y que incluso parezca no importarle y te cambie de conversación. No te preocupes, claro que has causado efecto, sólo que a ellas no les gusta ser pilladas en evidencia y con la guardia baja. Por dentro están derritiéndose como helado en día de verano.

3. Momento del beso, momento capital. En el beso no puedes ser tímido, al contrario, debes ser intenso, pero no ansioso ni desesperado. Para las mujeres el beso es la antesala obligada de cualquier paso adicional, por lo que debes dejar muy claras tus intenciones. Y tu intención es hacerle el amor como nunca antes. Técnica del beso: Sentados o parados, ambos tienen sus ventajas. Si están sentados acércate lentamente, tómale el rostro con ambas manos, mirándole ojos y labios con muchas ganas, pero sin vulgaridad, por favor, y luego sólo rózale la nariz con la tuya, juega a acercarte y alejarte de sus labios, entre uno y tres centímetros máximo. Que ella sienta tu respiración y el calor sobre su boca, mírala a los ojos nuevamente: Si ves su mirada distinta, felicidades, está lista. Bésala suavemente, aunque ella quiera ser intensa, marca tú el ritmo, hasta que ella desacelere y entonces usa la lengua, no como una manguera de bombero, sino como un dedo adicional. Tócala con la lengua por debajo del labio superior, muy suavemente, y luego por sobre el labio inferior, para finalemente acariciar su propia lengua, con ligeros toques. Hora de ser intenso, bésala como sabes. Y aquí está el beneficio de estar de pie, pues si lo están, la atraes hacia tu cuerpo para que sienta tu fuerza, la tomas con firmeza de la cintura o con una mano en la nuca. Sus senos serán un sensor de vanguardia, y al posarse sobre ti empezarán a mandar alertas al cerebro para que se vaya preparando físicamente. Es momento: A la habitación.

Durante

1. Al pasar la puerta hay dos caminos, ambos funcionan muy bien: hacerlo rápido o dedicarle tiempo al juego previo. Si eres un EP (eyaculador precoz), definitivamente recomiendo la segunda opción. Justamente describiré ésta, la otra será para después.

2. Es posible que ella entre y se siente para hacerse la desentendida. Es una pose, sólo quiere que trabajes un poquito, pero vas a darle el gusto. Te acercas lentamente y empieza la maratón del beso. Sí, es cierto, los hombres no somos muy fans de besos largos y por más de quince segundos, pero recuerda, a las mujeres les gusta. Así que ármate de fuerzas y empieza la carrera alternando besos suaves e intensos, siempre usando las manos para tocarla, sea cabello, cuello, espalda, manos y mejillas. Aún no debes llegar más allá, estás preparando el terreno.

3. Poco a poco tócala con más fuerza. Estrecha su cintura, tócale de una manera medianamente brusca la espalda y el vientre, y cambia delicadamente a su pecho. No a los senos, todavía, sólo al pecho, jugando con tus dedos, dibujando un camino imaginario en ese laberinto. Una vez hecho, siempre con la ropa puesta, ojo, pasa a su busto mientras la besas apasionadamente. Primer miniorgasmo, no hay mujer que se resista a caricias en ese tipo, pero debes ser inteligente; no estás exprimiendo ropa mojada ni amasando arcilla, por favor no seas torpe, debes estrujar con cierta firmeza pero sin abusar, y siempre los pulgares deben ser el eje. Con la mano sobre el seno, el pulgar es el que dibuja circunferencias sobe él, mientras tu boca baja al pecho. Recostada ya, es momento para detenerte en su busto y dedicarle tiempo. Recuerda, lo vale.

4. Siempre con ropa bésala, muérdela, utiliza tu nariz, la lengua y dientes sobre su piel. Levántale el polo o blusa para dejar al descubierto su abdomen, otra zona muy erógena, y diviértete ahí. El ombligo es trascendental. Tus manos pasan a los lados de su cuerpo y empiezas tu camino sobre sus piernas, con relativa fuerza y fricción. Es momento de desvestirla.

5. En este punto ya ella dejará hacerle lo que quieras, y en este punto en que muchas noches se arruinan porque estamos con la testosterona tan a full, que cometemos errores y ese momento que pudo ser espectacular se queda en un buen momento, simplemente. Retomemos entonces. Mientras la tocas, ella estirada sobre la cama, pon sus brazos por sobre su cabeza y baja lentamente. Desabotónale el pantalon con los dedos, pero baja el cierre con los dientes, con mucho cuidado, y procura usar la punta de tu nariz para pasarla sobre su cuerpo a medida que vas bajando. Más besos, sobre sus piernas desnudas, pantorrillas, rodillas, muslos, la parte interna de sus muslos, la piel de una mujer es absolutamente erógena por todos lados y en cada célula. No le quites la ropa interior aún. Sube nuevamente, siempre besando y acariciando, y pasa al busto.

6. Quítale la ropa. Mientras está en brasier puedes ser creativo para quitárselo. Puedes abrazarla mientras están sentados y ahí se lo quitas; puedes sentarte detrás de ella y morderle la nuca y la espalda mientras se lo retiras; o puedes echarla boca abajo y besarle la espalda mientras ves directamente el broche y evitas complicaciones. Por último, si eres absolutamente inútil y los broches del brasier son tu némesis, acércate a su oído y dile con tu voz más varonil en un tono entre mandón y lascivo: "quítatelo".

7. Ya tienes los senos frente a ti. No pierdas el control. Usa una combinación de manos y boca, y nunca con desesperación. Recuerda que estás es una zona muy sensible y cualquier exceso puede arruinar el clima. Utiliza la lengua, toma sus senos y júntalos para pasarla por ahí; ve a los pliegues inferiores, por sus costillas, y no olvides los pezones. Bueno, lo de no olvidar es un decir, porque en ese momento es en lo único que pensarás, pero me refiero a que no olvides ser delicado. Mordidas suaves, y las manos siempre ocupadas, espalda, cabello, piernas. Y ahora pasas a la ropa interior.

8. Aquí pasa algo: si no eres muy fan del sexo oral, o si a tu chica no le gusta (que puede ser, lo sé) salteate este punto. Si no tienes problemas en hacerlo, entonces lee con atención. Mientras la besas en la boca, quítale la ropa interior con una sola mano; no te preocupes, ella ayudará quitándosela con las piernas. Ahora ve bajando, siempre con la boca, y colócate de manera tal que tengas la cabeza entre sus piernas. Atención: No te mandes tan rápido a tocarla ahí. No porque ella no quiera o no esté lista, porque lo está desde que se subió a la cama, sino porque quieres generar un clima de ansias y muchísimas ganas de su parte. Así que con la cabeza entre sus piernas empieza por la parte interna de sus muslos, mordiendo, con la lengua, y subes progresivamente hasta la unión entre el muslo y el pubis. Ahí demora el contacto, sólo lengua, no dedos ni dientes, y empieza por acercarte cada vez más a los labios y al clítoris. Tras unos treinta o cuarenta segundos así, pasa a tocarlo, siempre con la lengua, suavemente, como si temieras romperlo, y tras unos instantes ya dedícate con más intención. Ojo, no seas tosco ni bruto, es una zona muy sensible y si le causas dolor arruinas todo. ¿Cuánto tiempo hacerlo? Depende de cada quien, yo recomiendo más o menos lo que dura una canción, entre tres y cuatro minutos, porque luego ella misma te irá dando señales para que pases a lo que sigue.

9. Para empezar, siempre es recomendable la posición del misionero, es decir ella debajo de ti con las piernas separadas. Te colocas sobre ella, siempre tocándola, pero no la penetres, aún no, recuerda que quieres crear tensión. Sobre ella utiliza el miembro para rozarle los labios y la entrada, como si fuera un lápiz deslizándose sobre una hoja, o más precisamente, un desodorante en bolita sobre la piel. No entres aún, provócala, tiéntala, al punto de que ella misma utilice su cuerpo y arquee la espalda para recibirte. He ahí el momento. Entras suavemente, cosa que no será difícil pues ella estará lubricada hasta las orejas, y a un ritmo lento, siempre lento, sintiendo al máximo cada empuje, para luego ya ir cogiendo ritmo. Una vez ahí el resto es inventiva: la pose del perrito es recomendada para una mayor estimulación en el punto G; la "cucharita", o los dos de costado y el hombre atrás, es recomendada para las chicas que gustan de sentir caricias en el cuello y senos a la vez que están sometidas por detrás; o ella sentada sobre ti, lo que le da mayor control y tú puedes recrearte con sus senos, y muchas posiciones más.

10. Para que ella tenga un orgasmo primero, sólo debes esperar y ver cual es la posición que más disfruta. Una vez que la encontraste, es sólo resistencia. Imagínate llenar un globo con una bomba de mano; hace falta un ritmo constante porque si no el globo se desinfla. Lo mismo con una chica; si ya encontraste la posición, debes seguir hasta que ella termine, o utilizando la imagen del globo, hasta que este reviente. Es fácil, si tienes dificultades para contener la eyaculación, sólo debes pensar en otras cosas: fútbol, autos, comida, cualquier cosa que te aleje de lo que estás haciendo. Cuando ella termine, lo sabrás. Es posible que te lo diga a medida que está llegando al climax, o que tú lo deduzcas por su respiración, gemidos, gritos, contorsiones o demás, pero lo sabrás. Felicitaciones, amigo mío, complaciste a tu chica.

11. Finalmente recuerda, no terminó ahí. Ella espera que una vez que ella terminó, y tú posteriormente también lo hayas hecho, la abraces, beses tiernamente y le hagas saber, con palabras o no, lo especial que fue. Hombre, le diste la experiencia de su vida.

Para concluir quiero hacer una recomendación, tanto a mis amigos EP como a los que no. Si es definitivo que la erección les dura muy poquito, o quieres tener diversión por más tiempo del normal, siempre pueden buscar Sildenafilo en las farmacias. Es el compuesto con lo que está hecho el viagra y sirve para lo mismo, lograr erecciones prolongadas, con la ventaja de que está muchísimo más barato. Eso sí, no utilizarlo si sufren del corazón, taquicardias o presión arterial. Fuera de eso, es un buen apoyo para casos de mujeres con amplio apetito sexual, o si quieres terminar pero continuar con el soldado en posición de atención.

3 comentarios:

  1. Hombre, Hitch, la Doctora Corazón y todos los sexólogos del mundo son unos muertos a su lado.

    Sólo espero que su domadora no se enoje por andar poniendo estas cosas XD

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  2. xDDD

    No tendría por qué enojarse, estoy contribuyendo con la felicidad mundial :') Me cuentas si utilizas esta guía ;)

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